Ritual de la Voz (Toning)
Purificación y limpieza a través de la Voz
Toning es una palabra inglesa acuñada por la norteamericana Laurel Elisabeth Keyes en la década de los 60 para referirse a una técnica de depuración y limpieza mental, corporal y espiritual a través de la voz, entonando sonidos vocálicos largos y suaves sin crear melodías, para una armonización individual y en grupo. Cuando es en grupo el conjunto de personas que hacen Toning (o entonación de alguna vocal en respiraciones largas) éste se convierte en un Chanting (coro o cántico). Amabas acepciones suponen una profunda meditación con el uso de nuestra voz y el intento, es decir, la intención y energía esencial hacia nuestro subconsciente.
El terapeuta Jim Alabani creó hace más de una década un específico ritual de Toning, que es el que nosotros vamos a realizar, con algunos cambios y aportaciones personales, pues ya sabemos que ritual es la energía e intención que aplicamos a un acto o a un sonido y que porta a su vez la energía del grupo específico y del maestro de ceremonias.
Una hora antes de empezar todos a entonar, el maestro de ceremonias iniciará un ritual de limpieza del lugar con humo de salvia, canto armónico, invocaciones y mantras. Todos los participantes han de estar presentes y recibirán proyección de armónicos antes de iniciar sus entonaciones.
La sala se convertirá literalmente en un santuario con el sonido de nuestra voz, en donde cada vértice o rincón de la nvae estará dedicado a uno de los cuatro elementos: agua, tierra, fuego y aire. Estos cuatro lugares serán para la meditación y vocalización en reposo, sentados, tumbados o inmóviles de pie. Habrá un quinto lugar central donde tendremos un altar compuesto de flores, velas, semillas, incienso, qumadores de aceite, objetos personales, cristales de cuarzo, instrumentos musicales pequeños, etc. Todo el recinto será un altar como caja de resonancia.
Este quinto lugar refleja el núcleo de la célula, el origen y el fin, la energía de la creación. Habrá sillas alrededor de este sitio que inviten a invocar con sonido más cerca de este núcleo. En el suelo, ocuparán casi todo el espacio dos circulos hechos con harina, maiz y flores que se superponen. En la intersección de éstos estará nuestro altar. Un círculo estará dedicado a la entrega o rendición, el otro a la confianza o fé y el altar a la gratitud (Doy gracias). Se puede caminar por todo el espacio a la velocidad que sintamos según el momento, como no hacerlo y sentarnos o incluso tumbarnos. No se puede pisar el altar.
Habrá una segunda fila de sillas alrededor de los círculos sagrados. Se puede caminar alrededor de los círculos por dentro y por fuera pero antes haremos un saludo o reverencia a nuestro corazón para ir dentro o fuera de éstos. Hay libertad para salir al exterior si se desea, pero intentando evitar la dispersión y sin dejar de hacer Toning.
Uno puede descansar la voz con total libertad, pero aconsejamos ser persistentes y no dejarse abatir por los obstáculos psicológicos que se cruzan en el camino. Ésta es la base del éxito.
Nuestra ceremonia estará dedicada a un intento, ya sea paz, amor o gratitud. Cada media hora el maestro de ceremonias hará sonar un crótalo para indicar que hay que cambiar de lugar en esta meditación sonora.
Podemos beber agua, que habrá repartida por la sala. Se aconseja ferviertemente ayunar o comer muy poco. La duración de la ceremonia será de 12 horas, incluyendo el ritual de preparación. Doce horas en unión y meditación a través del sonido.
Tenéis certificado de seguridad de que váis a poder vivirlo sin sufrir ningún perjuicio y que será energetizador y depurativo, tanto para vuestro cuerpo como para vuestra alma. Rompamos las barreras psicológicas que nos engañan, entremos en el oasis del cuerpo espíritu.
HORARIO
12 horas
PRECIO
80€ (Sin límite de personas asistentes)